domingo, 10 de noviembre de 2013

Novia de Sal y Acero


Acercándose lentamente por el pasillo central
del brazo del patriarca,
acercándose sonriendo a otro rostro lejano sonriente,
escuchando sin escuchar el himno nupcial 

giró la cabeza hacia atrás
y su corazón dejo de latir alegre...

su mirada se hizo marasmo,
y a su piel congelada, metálica, 
color asfalto, 
 se adhirió su vestido convertido en sal de mar
petrificada.
Comenzó a desprender un fuerte olor a azufre

Se sentía arder, quemar
y un último pensamiento, sentimiento, emoción,
dolor intenso,
le cruzó el cuerpo de arriba a abajo
 cual cruel latigazo,
justo cuando el sol
que atravesaba con sus rayos las vidrieras emplomadas
y que hasta entonces coloreaba 
con luces y sombras
 el atrio,
se oscureció.

El recuerdo conserva una antigua retórica, se eleva como un árbol o una columna dórica, habitualmente duerme dentro de nuestros sueños y somos en secreto sus exclusivos dueños.

15 comentarios:

  1. ....y yo añado, también sus esclavos.
    Besos,
    feliz semana

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  2. Ufff, terrorífico, me acuerdo de "La novia cadáver"

    Besos.

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    1. jajaja!!! Menos mal que te conozco y me haces reír, me sentaría francamente mal que me estuvieras comparando en serio con Tim Burton....Ojala!!! jajaja! No da miedo a nadie, Chapiniki...y el relato es flojo, flojísimo...Pero muchas gracias por tu humor lunero (de lunes) y soleado (siempre)

      Besos,

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  3. "Te casaste con el hombre equivocado, pero nadie pareció darse cuenta, ni siquiera tú te percataste de que algo raro estaba ocurriendo, hasta que él giró la cabeza, al mismo tiempo que los doscientos invitados de vuestra boda, para verte entrar en la iglesia, cogida del brazo de tu padre.
    Ese hombre no era tu novio, y él lo sabía, estaba escrito en el filo de la sonrisa cicatriz que asomó a sus labios mientras tú te acercabas por el pasillo central, cada vez más espantada. Viste a la madre de tu novio llorando, como un enorme pastel fucsia, pero él no era su hijo y tú empezaste a temblar. Sentíste que el corpiño de tu vestido de novia se agarraba a tus costillas, asfixiándote. Uno de los violines de la marcha nupcial se puso a chillar, desafinando. Quisiste salir corriendo de allí, pero tus zapatos de charol blanco roto te empujaron en dirección contraria. Sólo dos pasos te separaban del altar, levantaste los ojos hacia la cúpula y te encontraste con el rostro horrorizado de un ángel precipitándose desde lo alto, enredado en los pliegues color plata de su túnica.
    (...)
    Tú no eres la del espejo, eres aquella que la del espejo no quiere ser".

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    1. Vaya, Pitt...este relato merece una entrada tuya, me ha encantado. Le has dado un giro inesperado...Has acertado en algo, ella se queda horrorizada, paralizada, dolorida, petrificada...pero no por lo que tiene enfrente esperando sonriente si no por los recuerdos que de repente le asaltan y que estaba dejando atrás....Como Edith. Castigada por ser esclava de su pasado.

      Besos, y gracias por tu relato.

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  4. Madre mía ... pobre maniqui. Muy tétrico Pat
    Un beso.

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    1. Bueeeno, eso pretendía, Laura! (Te juro que al natural, el vestido es precioso...pero ese maniquí negro ébano reluciente y sin pelo ni velo, pues no sé...)
      Besos,

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  5. Qué absolutamente INTENSO,Pat...
    Cuando los recuerdos nos amarran y hacen voltear la cabeza en momentos tan cruciales como éste, debe ser un verdadero tormento seguir avanzando hacia el altar...no lo quisiera para nadie.
    Cuando los recuerdos nos amarran, es tiempo de rescatar nuestra vida.

    Magnífico.

    ABRAZO GRANDE, PAT!

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  6. Inspiradora tu foto de cabecera de blog.

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  7. Me ha transmitido agobio el poema, Pat. Como si ella no quisiera llegar a ese altar, como si quisiera desvanecerse bajo los rayos de ese sol que la quema pero que al mismo tiempo la salva. Algo así como el recuerdo, del que somos dueños y, como muy bien dices, esclavos también.

    La cita me ha encantado, y también la foto.

    Pat, perdón por haber estado tan ausente. Han sido muchos cambios en poco tiempo y me ha costado un poco poner orden en esta nueva vida. Echaba mucho de menos tus palabras, y estaba esperando un momento para entrar de nuevo y poder hablarte. Arquetipos lo seguía a pesar de que no comentaba, y qué rabia me ha dado el problema ese que lo ha cerrado. Ojalá puedes abrirlo de nuevo.

    Muchas gracias por seguir conmigo, por avisarme de que estás en este blog ahora. Gracias de corazón. Sabes que eres importante para mí.

    Ahora sí que sí, seguiré por aquí de manera asidua. No quiero volver a desaparecer durante tanto tiempo. No me hace bien.

    Un abrazo enorme desde la Toscana, Pat! Espero que sigas tan hermosa como siempre, por dentro y por fuera.

    María

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    1. Maria, no acepto estos perdones...No hay nada que perdonar!!! Me emocionas con tus reflexiones...Tu si que eres bella,... de verdad, poco a poco, ya sabes. Demasiadas emociones y pasiones.
      besos,

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    2. Ah! Espero ir a la Toscana con mi hijo el pequeño alguna vez.Eres afortunada, Maria...
      Besos, de nuevo

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    3. Venid este año!!! Estaré aquí hasta julio. Mi casa es vuestra casa.
      ¿Qué mejor sitio para conocernos, Pat?

      :)

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  8. El pasado nos persigue y tenemos que aprender a convivir con él. Qué dificil resulta a veces. Me gusta la imagen terrible de la novia cuyo corazón dejó de latir mientras caminaba hacia el altar. La belleza se encuentra a veces en los lugares más insospechados.

    Un beso, Pat.

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    1. Gracias, M...Hacia tiempo ...Te echaba de menos.
      besos,

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