lunes, 26 de julio de 2010

Atención al cliente. Atención telefónica (I)


La siguiente cita, extraída del libro La comunicación no verbal de Flora Davis, encaja a la perfección para comenzar a exponer, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, algunos de los conocimientos que he adquirido de la comunicación, en general, pero concretamente y en lo que nos atañe, de la comunicación telefónica.

"Pertenezco a esa clase de personas que no confía plenamente en el teléfono. No porque piense que el sistema telefónico se está desintegrando..., si no porque por teléfono no puedo estar segura de lo que realmente quiere decir la otra persona. Si no puedo verla, ¿cómo puedo adivinar sus sentimientos? Y si eso no lo sé, ¿qué importa muchas veces lo que diga?"

Iremos comprobando que esta afirmación, inicialmente, parece contradecirse con los contenidos que luego la autora expone en su libro.

  • Podemos empezar por debatir si la comunicación telefónica es verbal o no verbal
  1. Quizá coincidamos en la afirmación de que la comunicación telefónica es lo más verbal que existe puesto que si el emisor no habla, el receptor no recibe mensaje alguno...¿O si?...
    Supongamos que suena el teléfono de madrugada... lo descolgamos ("¿Diga?") y del otro lado de la línea solo proviene el silencio...o percibimos una respiración...o una especie de gruñido. ¿Se ha producido comunicación? Quizá no hemos respondido pero nos hemos convertido en receptores del silencio o de un sonido gutural...la inquietud se apodera de nosotros y probablemente esa noche nos cueste volver a dormir. Se ha producido comunicación, limitada sí, pero comunicación al fin y al cabo y hemos percibido, también, algo que pudiera ser amenazante.
  2. El silencio forma parte del proceso de la comunicación, no contestar o - como en este caso- no emitir un sonido, a veces, dice mucho. De hecho, el silencio se ha convertido en una poderosa herramienta a utilizar en los procesos de selección de personal. Un candidato difícilmente soportará el silencio: si su interlocutor no responde, intentará llenar el vacío hablando...momento excepcional para que cuente más de lo que le han preguntado, para que se aturulle y para que al final, pierda el control de la situación.
  3. El teléfono es un instrumento de uso cotidiano y posiblemente, a causa de la familiaridad que todo el mundo posee en su uso, se da por descontado que se sabe utilizar. No obstante, en el proceso de comunicación que se produce, interviene tanto el lenguaje verbal como no verbal. Es realmente complicado de dominar pero muy relevante para la imagen global de una organización puesto que el/la telefonista se convierte en la voz de la empresa.

viernes, 16 de julio de 2010

El pulpo en su hábitat natural

Después del mundial, no me cabe duda...al igual que el pulpo para sobrevivir, la roja ganó por sí misma la copa...

Este vídeo se grabó en Mallorca... a pulmón.

"Se considera a los pulpos los invertebrados de mayor inteligencia, teniendo éstos un sistema nervioso muy desarrollado (2/3 se encuentra en el cerebro y el resto está en los brazos). Su capacidad para resolver problemas, sortear obstáculos y memorizar patrones ha sido comprobado en varias oportunidades por científicos de todo el orbe. Son capaces de aprender observando...Una gran cualidad es que todos sus conocimientos (de supervivencia) los adquirieron por sí mismos, ya que sus progenitores mueren luego de que los huevos eclosionan; a diferencia de los vertebrados donde el conocimiento se trasmite de generación en generación"(Wikipedia: Octopoda)
QUE INTERESANTE... ¿VERDAD?

lunes, 12 de julio de 2010

Un paseo por Bilbao

Me quedan aún múchas fotografías...otras que no tengo....y con seguridad, algunas más que cualquiera puede sentir o considerar más valiosas..

jueves, 8 de julio de 2010

Acoso y derribo

He leído estos últimos días un artículo y una noticia, aparentemente bien diferentes, que me han producido cierta confusión. A pesar de presentar contenidos independientes tienen un factor común que podría clasificarlos en la misma categoría: en ambos casos los protagonistas son niños. ...Hay algo que no encaja y da vueltas en mi cabeza...

El primer artículo, aparecido en la revista Mujer Hoy (nº.586), relata la experiencia de una madre neoyorquina que decidió que su hijo, de nueve años, podía y debía actuar de forma autónoma: le dio "un billete de metro, un plano con las estaciones, 20 dólares para emergencias y algunas monedas por si necesitaba llamar desde una cabina" y, con una mochila a la espalda - tal y como aparece en la fotografía - lo lanzó a su primera aventura urbana "La ciudad Sí es para mí", se titula.

La noticia, de tintes bastante más oscuros, reza " Condenado un colegio de Vitoria por tolerar el acoso a un menor por compañeros de clase "(El Correo) y relata que además de los insultos, golpes y desprecios sufridos por el niño, la espiral de violencia que fue iniciada por un solo compañero, derivó al cabo de unos meses, en un total y absoluto aislamiento social del chico.

Efectivamente, nuestra sociedad se sumerge hacia una educación en la dependencia - a pesar de que afirmemos que queremos hijos autónomos - pero al mismo ritmo y sin pausa, vamos delegando: de nuestra labor como padres, a los que nos toca, y de nuestra labor como educadores, a los que se dedican a ello. Bien...en eso caminamos de la mano.

En primer lugar, dudo que educar en la autonomía sea invitar a nuestro hijo de 9 años a viajar en metro solo; yo, desde luego, no me atrevería. En segundo lugar, agudicemos el oido cuando les escuchemos decir:"Mamá, me llaman tonto y loco"o "Fulanito me ha pegado". Les aconsejo tomar nota: no vale contestar "No hagas caso" e identificar al que actúa así con aquellos a los que más queremos para, inmediatamente, ir corriendo al colegio. Tampoco vale decir "Pégale más fuerte tú" como he oído - con estupor - más de una vez; supongo que no queremos niños agresivos ni conflictivos.

En el primero de los casos, el niño aprenderá que mamá o papá siempre van a estar ahí para cuidarme y defenderme. Eso no es cierto y él, precisamente él, no se merece la mentira. En el segundo de los casos, aprenderá el "Ojo por ojo, diente por diente" y que con la fuerza bruta los problemas se resuelven, lo cual, tampoco es verdad. Ambos estilos "educativos" realmente obligan a la dependencia de los demás: o me defienden o me defiendo con la fuerza, es decir o ellos hacen(los padres) o yo hago si ellos me hacen ("acción-reacción") . Ambos estilos condenan al niño a la renuncia sobre la adquisición del control sobre tu propia vida.

Tengo dos hijos y en ambos casos, intento enseñarles a ser efectivamente autónomos. Ante comentarios similares he actuado siguiendo unas pautas

1.- No dramatizar pero tampoco olvidar su llamada de atención.
2.- Recoger información con delicadeza de la situación (no al mismo tiempo, no es un tercer grado) ¿Cuántos se han metido contigo? (número)¿Cómo? (modo)¿Cuándo? (tiempo) y ¿Por qué?(motivo)
3.- Y después de un análisis y reflexión ofrecerles alternativas válidas, aquellas que ellos, sólamente ellos, pueden asumir.

Recientemente he tenido las siguiente conversación - parcelada - con mi hijo:
- Todos me llaman tonto y loco
- ¿Todos? ¿Cuántos?
- Pues todooos!! Todoooss!! Yo no quiero volver ahí..
- ¿Y tú qué qué les dices?
- Que no me importa, que ya estoy acostumbrado (Vaya...mala estrategia)
.....y más tarde
- Bueno, son dos los que me insultan y se meten conmigo
- !Vale! ¿Y qué hacen los demás?
- !!!Pues nada!!! Qué van a hacer!!
- Bien...y cuándo...
- Pues hoy una niña me ha llamado tonto...Los demás le han dicho que pare de insultarme y ella ha dicho que era una broma (o sea.., que no son todos...y le han tenido que defender los demás)
- Pero hay uno que sigue insultándome y metiéndose conmigo: que digo tonterías, que estoy loco...
- Hijo...tendrás que aprender a defenderte...Sin pegar, por supuesto.
- Mamá ¿sabes lo que es una "rotura"?
- Si..
-¿Puedes decirme alguna?
-Exactamente para qué frase
- Me han dicho que soy el más tonto de los vecinos de mi barrio
- Pues tú le contestas que lo suyo es peor ...que él es el más tonto de Bilbao. (Risas)

La risa- siempe terapéutica-, el distanciamiento al hecho que les hace sufrir, el ligero cambio de posición por nuestra parte y el "tú puedes" es lo que funciona...pero !ojo! no hay milagros...el día a día nos va marcando el camino. Lamento profundamente que la crueldad de un solo niño y la debilidad del resto puéda causar tanto daño a un tercero. Otro día comentaré la otra cara de la moneda: la de los niños acosadores y las terribles consecuencias de la falta de autoridad, de valores y de educación en la que vamos sumergiéndonos en esta sociedad. No hay que estar encima, pero tampoco dejarles solos... Y sí, también la falta de educación, de normas y de límites abandona a los niños a su suerte. Eso también es demoledor.