miércoles, 28 de abril de 2010

Pies de barro o como ser un mal jefe

Si tuvieras que señalar dónde se encuentra el talento de un buen gestor (Director, Jefe, Responsable, Coordinador...) ¿Hacia dónde apuntarias? ¿A la cabeza o a los pies? ...Bien, pues yo no dudaría en señalar los pies como elementos fundamentales para mantener el equilibrio y la armonia para navegar hacia buen puerto.

Después de empaparnos sobre el liderazgo, la creatividad, el coaching... el papel cohesionador, motivador y de gestor de conflictos...he llegado a la conclusión de que lo más importante para que un gestor sea realmente un gestor, es que posea pies de hierro capaces de sustentar los complejísimos procesos que se desencadenan en una empresa. Los pies, además, nos conducen, nos llevan, sortean obstáculos, y lo más importante, cargan sobre sí todo nuestro peso.

Hemos olvidado lo fundamental... La cabeza está para pensar ... pero un buen jefe, además, la utiliza para aglutinar los diversos puntos de vista de sus colaboradores y así obtener una perspectiva más amplia de la tarea; debe confiar en cada uno de sus miembros y así obtener mejores resultados y tomar decisiones más acertadas. Su cabeza pensante, en realidad, es la suma de todas las cabezas (todas son pensantes) de la organización... Según Leo Farache, no saber escuchar es uno de los principales errores del jefe prepotente. "El jefe prepotente cree que las personas como él son diferentes a las demás, y que éstas no merecen su tiempo y su cariño. El jefe prepotente ve las cosas claras, el resto no. El jefe prepotente es insustituible, el resto no".

Si la "cabeza" de nuestra empresa es incapaz de dirigir bien sus pies porque no "digiere" o carece del contenido que explícita o implícitamente le proporciona su organización, olvidémonos ...Estamos sobre pies de barro, tenemos pies de barro...

!Por cierto! No he encontrado ninguna definición de esta expresión (o locución)...y sí, en cambio, de algunas que transcribo, realmente encantadoras y muy aplicables para calificar de forma individual, actitudes y/o comportamientos de los componentes de la fauna que habita en cualquier organización:

al pie del cañón Atento y sin desatender una obligación.
buscarle tres (o cinco) pies al gato
Empeñarse en encontrar complicaciones o problemas donde no existen.
con pies de plomo Con mucho cuidado o cautela
en pie de guerra Dispuesto a enfrentarse
no dar pie con bola Equivocarse varias veces seguidas o muy a menudo.
poner pies en polvorosa fam. Irse o escapar rápidamente una persona de un lugar.
saber de qué pie cojea Saber cuáles son los defectos o el punto débil de una persona.
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¿Sabes ya qué persona/s de tu organización lleva/n consigo adherida/s estas locuciones?



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