lunes, 15 de noviembre de 2010

El inconsciente: otra "jugarreta"




Caminaba por la calle con mi jefa y la socia de la empresa en la que yo trabajaba.

Comentábamos, cordialmente, actitudes y comportamientos acerca del hijo de ésta última, y cuando yo también quise - cordialmente - intervenir, me escuché decir:"Es un ladilla", cuando en realidad yo esperaba oir:"Es un guindilla".


Abochornada me disculpé ante mi jefa que caminaba a mi lado..!UFFF!
Creo que la suprema, afortunádamente, no lo oyó o entendió.

!Y es que hay una gran diferencia entre la Guindilla y la Ladilla....(O no?.¿?)



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